Comunicado del SINDICATO de los TRABAJADORES del AJO

Ante las gravísimas denuncias hechas por el compañero Dalmiro Condorí

Basta de persecución policial a los luchadores obreros en Mendoza

Desde el Sindicato de los Trabajadores del Ajo (Si.TRA.Aj) denunciamos la persecución de la Policía de Mendoza contra el referente de los trabajadores bolivianos inmigrantes de Rodeo del Medio. Efectivos de Infantería, la misma fuerza que terminó con la vida del delegado Ajero Erazo hace tres años, en la represión a las mujeres (algunas embarazadas) en la empresa Campo Grande S.A.; detuvieron al compañero este lunes en el barrio 25 de Mayo, al grito de "piquetero" y "boliviano cabrón"; en la Comisaría 49, y luego en Contraventores (ex D2), fue amenazado y golpeado salvajemente. La policía de Mendoza famosa en el país por sus "desapariciones" de jóvenes y casos de gatillo fácil, le decía entre otras amenazas: "Mirá como quedó el che guevara" y "que no volviera a cortar rutas porque lo iban a procesar".
En sintonía con las persecuciones del gobierno nacional contra los delegados de base y los luchadores obreros, el Ministerio de Seguridad de Jaque no ha hecho ninguna declaración condenando los hechos, ni se propone investigar y sancionar a los responsables.
El Si.TRA.Aj, que apoyó el reclamo de los trabajadores inmigrantes esclavizados en las cuadrillas, y el reclamo nacional de los sin techo en Villa Soldati. Repudiamos enérgicamente estos hechos gravísimos y llamamos a toda la comunidad, las organizaciones obreras y estudiantiles, organismos y representantes de los DDHH, y organizaciones políticas y sociales exigir el cese inmediato de las persecución policiaca, y el castigo a los responsables de los ataques a Dalmiro Condorí y los trabajadores del Ajo.

ANTONIA TRIGO, Secretaria General Si.TRA.Aj. Tel 0261-156431942
JOSE SOTO, Secretario Gremial del Si.TRA.Aj. Tel: 0261-155403566

A continuación, publicamos una nota entrevista realizada por El Mortero con José Soto, secretario gremial del Si.Tra.Aj. y publicada en El Mortero N°36 recién salido a la calle.

AJEROS

“Los ajeros. Allá, en Rodeo del Medio, Maipú. Sí, en Mendoza. Los trabajadores de la tierra más maltratados por los dueños de todo. (…) Los ajeros, casi en su totalidad, bolivianos. Explotados en la tierra donde San Martín inició su marcha hacia la libertad de los pueblos latinoamericanos sin caer en la necedad y el egoísmo bastardo de las fronteras. En ese puente a la libertad que fue Mendoza, hoy se explota justo a los hijos de esas tierras sudamericanas que tendrían que ser hijos de una tierra para todos.” Con estas palabras comenzaba su nota del 20/11 Osvaldo Bayer en Página/12 (“El coraje civil y sus principios”). Elevaba una vez más su voz en defensa de estos/as trabajadores/as rurales. Ya lo había hecho en el 2007, en un acto homenaje en la ESMA, frente a Néstor Kirchner y Cristina Fernández1.


Nos juntamos con José Soto, uno de los protagonistas de esa lucha, por momentos abierta, por momentos solapada, que tuvo su primer punto de inflexión en ese 2007, cuando se rebelaron y fueron reprimidos/as. José es hijo de bolivianos y hoy es Secretario Gremial del incipiente Sindicato de Trabajadores/as Ajeros/as (Si.TRA.Aj).

Ajo y sangre
Argentina resulta ser el segundo exportador mundial de ajo, después de China. Mendoza, la provincia que concentra el 80% de esa producción, orientada al mercado internacional. José nos explica: “Ha crecido bastante el tema de la producción… este ciclo nuevo han aumentado un 35% más la producción, un montón de hectáreas más que en años anteriores no se plantaban, debido a una burbuja, también, que hubo a fines del ciclo pasado, en el 2009”
La mayoría de sus trabajadores/as son inmigrantes: “Los que se dedican a esta producción son de la colectividad boliviana. Después están los hijos de bolivianos, como el caso mío. Y, muy poco, argentinos nativos… Del argentino que se dedica a este trabajo, a la par del boliviano, son los sanjuaninos en mayor cantidad…”. La sobrexplotación salvaje, la ley de hierro que los encadena al silencioso trabajo, casi esclavo.
Abundan el trabajo infantil y el abuso sobre los indocumentados. José nos cuenta diversas características del proceso productivo. Desde la plantación, cosecha, fraccionamiento y diversas tareas intermedias hasta el empaquetamiento, predomina el pago a destajo, la sobre-explotación intensiva. Jornadas de 14 a 16 horas. Los ya magros acuerdos paritarios firmados por el Sindicato de Frutas Frescas y Hortalizas de Cuyo, con el moyanista Lucio Quilpatay a la cabeza, ni siquiera se cumplen. No existe el control, pero sí los subsidios y exenciones impositivas para los empresas como Campo Grande, donde surgió la rebelión en el 2007.

2007: rebelión y después.
Fue un 7 de noviembre de 2007. Trabajadoras y trabajadores reclamaron el blanqueo salarial. Formalmente, no eran empleados de Campo Grande, sino miembros de una cooperativa. Para el sindicato, no existían, en plena sintonía con los intereses de sus verdaderos jefes: los patrones. Sus delegados/as fueron echados y decidieron protestar. Rodearon el galpón y cortaron el acceso. Fueron reprimidos salvajemente y el hecho tomó estado público, incluso nacional.
Producto de la violencia ensañada, muere Carlos Erazo. El gobierno provincial radical-k de Cobos se “entera” del fraude de las cooperativas. Se “enteran”, también, de que existe el trabajo infantil.
La lucha y perseverancia de estos/as trabajadores/as logró un fallo judicial para la re-incorporación de los delegados/as despedidos/as y una sentencia de ilegalidad para la cooperativa interviniente. Al día de hoy, las empresas siguen sin acatar los fallos judiciales.
Surge el Si.TRA.Aj
Queremos saber cómo surge la idea del nuevo sindicato. José nos cuenta: “Quedamos un número muy chico porque en el medio los que eran delegados se cansaron por todo el manoseo que hubo… las conciliaciones que se hicieron, la represión… y con toda esa experiencia que hemos tenido… desde ese pequeño grupo pensamos cómo le damos seguimiento a esto…. Igual desde que pasó la represión hasta que conformamos el sindicato tuvimos la participación de otras organizaciones, partidos políticos, que nos iban trasmitiendo cómo poder no desmovilizarse y dejar todo en la nada… y fuimos escuchando y probando… y el tema del sindicato surge como a fines del 2008”
La CGT, por sus estatutos y demás leyes laborales, no “podía” reconocerlos como delegados porque, en sus papeles, no eran trabajadores/as, sino miembros de una cooperativa. De esta manera, las cooperativas son la herramienta legal para enmascarar el trabajo en negro, sin ningún tipo de beneficios, a la vez que la excusa perfecta para que el sindicato se lave las manos.

Un grupo pequeño, grandes desafíos.
Un grupo pequeño, según José, pero que logró instalar en los medios de comunicación locales la problemática del trabajo rural e infantil, la mafia y el fraude de las cooperativas, la desafección criminal de su propia dirigencia sindical, la realidad de la explotación de los inmigrantes y una referencia propia.
Un grupo pequeño, pero con algunas discusiones importantes, al momento de armar su sindicato. Un sindicato que hay que armar desde abajo, dificultosamente. Decidieron conformarse como parte de la CTA. José resalta la importancia de la experiencia de Zanón y su ejemplo. No sólo de lucha, sino en el diseño de un sindicato clasista, democrático, con renovación de cargos, sin sobresueldos y que incluyera a todos y a todas, sin importar si estaban en cooperativas, tercerizados, etc. En esa discusión, hubo quienes planteaban que lo mejor era un estatuto tradicional, que fuera rápidamente aprobado por las autoridades y que entendían que el trabajo sindical ameritaba un extra salarial, etc. Sin embargo, en la asamblea ganó la posición de la que era parte José y se conformó la comisión directiva, con Antonia Trigo como Secretaria General.
Un grupo pequeño, es cierto, pero que señala un camino de dignidad para el resto de sus compañeros y compañeras.

Corresponsal Mendoza
1- Las imágenes pueden verse en el corto-documental Ajeros en TVPTS (www.tvpts.tv).