SUBTERRÁNEOS DE BUENOS AIRES
SOLIDARIDAD Y REPUDIO
Por Juan Carlos Cena y Elena Luz González Bazán
El Movimiento Nacional por la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos Mo.Na.Re.FA, hace llegar su solidaridad y su REPUDIO a las agresiones recibidas a la familia del delegado Néstor Segovia, en la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires, como asimismo al Cuerpo de delegados del Subte. Nada ocurre por casualidad. Todo está programado y pensado. Pegar cobardemente donde más duele, la familia y los hijos.
Los trabajadores en nuestro país, los que somos parte del Movimiento Obrero, cuando exigimos democracia sindical y luchamos para que sea efectiva, nos debemos enfrentar irremediablemente a la denominada burocracia sindical, servil a los factores de poder. Nosotros los trabajadores la sufrimos a esa burocracia. Otros la declaman como muchos, intelectuales y progresistas pacatos que no se arriman ni se acercan a la hora de enfrentarlos. Pero si deambulan cercanos a nuestras filas para darnos verdades absolutas.
Siempre hemos tenido que soportar la patota, los golpes, los destrozos, y la represión de las diferentes dictaduras cívico-militares, patotas que no dudaron jamás en denunciar y entregar los nombres de trabajadores, activistas y dirigentes sindicales, ocasionando la desaparición forzada, la tortura, el fusilamiento o los despidos, el amedrentamiento a las familias y las distintas formas de persecución a su disposición y la instalación del terror en el seno de la sociedad. Los explotadores necesitan una sociedad blanda, decía J.W. Cooke.
Hoy le toca a uno de los representantes de los trabajadores de los subterráneos porteños. Repetimos, nada ocurre por casualidad, nuevamente hay que preguntarse y responder sobre las formas en que aúnan la patronal, policía, juez, silencio del gobierno nacional y provincial y el sindicato UTA como herramienta golpeadora. Nuevamente, desde muchos medios de comunicación no se repudia dicha agresión. Casi dicen por algo será. Es una interna entre los trabajadores dicen, minimizando la verdadera naturaleza del problema que es la libertad y la democracia sindical de los trabajadores. Se instala que hay ciudadanos de primera y de segunda. Estas formas de violencia no son condenables.
Se pintan la cara cuando se golpea a niños de unos ciudadanos de una clase determinada, pero nadie se preocupa por las balas de goma que reciben estos hijos de padres trabajadores.
Una cosa es el cuestionamiento porque no se apoya el paro en los subterráneos por parte de sus trabajadores y otra diferente es no repudiar las agresiones sufridas por Noemí Segovia y sus hijos.
Nosotros, simplemente, les hacemos llegar no sólo nuestra solidaridad sino el repudio y como siempre asumimos el lugar que nos corresponde, el de ser integrantes de un movimiento que lucha, brega y sueña con recuperar definitivamente nuestros ferrocarriles, como servicio público, sin burocracias que aún están en todos sus estamentos y en manos de un Estado que pueda ponerlos en funcionamiento como ese servicio público, centralizado en su dirección, descentralizado en su operatividad y logrando terminar con la corrupción,
Para tener en cuenta: Una historia de patotas, agresiones, judicialización y otras más
El despido de los 160 trabajadores de la ex Terrabusi generó en estos meses una situación de verdadero conflicto despiadado, donde las voces fueron unísonas: patronal, la STIA (Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación) y la misma CGT que debieron variar su actitud ante tamaña resistencia sumada a la actitud displicente del Ministerio de Trabajo nacional y provincial, displicencia acordada con las partes patronales y burocracia de la alimentación.
Las formas de aprietes como se denominan fueron múltiples, pero entre ellas, las de mayor nivel represivo es rebajar el tiempo de descanso, acortar el tiempo de 20 a 15 minutos en la línea de producción es plausible que conduzca a accidentes laborales. No es lo mismo trabajar en una oficina que en la línea de producción, los niveles de atención son infinitamente superiores.
A fines de septiembre, la Infantería descargó una brutal represión contra los trabajadores de la fábrica ex Terrabusi, las fuerzas estaban integradas por la infantería, Policía Bonaerense, Policía Montada, Policía canina, en total unos 1000 efectivos. Se utilizaron balas de goma y gases lacrimógenos entre otros, los arrestados fueron 65 y los heridos nunca se terminan por saber.
Otra de las formas represivas son los contratos basuras, tercerizar como política de las patronales en connivencia con la burocracia y la vista gorda del gobierno, es el caso de los trabajadores tercerizados: de ferrocarriles, telefónicas, empresas de electricidad y otras.
A esto se suman los despidos a granel, sin control, sin salida, haciendo que la crisis sea pagada irremediablemente por quienes generan las riquezas. Se calcula según cifras privadas que en el año 2008 más de 250.000 trabajadores perdieron su fuente de trabajo.
La judicialización de la protesta ha sido otra de las variantes inventadas y puestas en ejecución por gobiernos, poderes legislativos ausentes y poder judicial a la orden del día: este es el caso de los ferroviarios que hoy soportan esta forma de represión.
Otro de los sucesos fue el desalojo en la provincia del Chaco, ya que el Movimiento de Trabajadores Desocupados 17 de Julio (disidente) de la provincia del Chaco junto a 20 organizaciones sociales estaban acampando desde el lunes 13 de julio en la plaza central de Resistencia, exigiendo el cumplimiento de acuerdos firmados por el gobierno provincial y denunciando el estado de sitio, encubierto, impuesto.
En esa oportunidad en sus comunicados advirtieron sobre el violento intento de desalojo de la plaza 25 de mayo de Resistencia por parte de la policía, que se suma a toda una serie de persecuciones, secuestros, itakasos, detenciones, golpizas que forman parte del actual arsenal represivo del gobierno de Jorge M. Capitanich
En el caso del Casino de Buenos Aires, el martes 5 de mayo del corriente año, los trabajadores fueron brutalmente reprimidos por la policía dejando un saldo de once detenidos y varios heridos, posteriormente dejados en libertad por la movilización de otros sectores de trabajadores y sociales.
Otro de los casos ha sido el protagonizado por los trabajadores de Repsol, la multinacional petrolera, que el 23 de enero no dudó en intervenir en función de la defensa de dicha multinacional.
Los trabajadores iniciaron una huelga con el fin de pedirle una respuesta al Estado por los altos descuentos impuestos a sus salarios. A manera de protesta realizaron el bloqueo de una vía durante dos semanas y tanto el gobernador de Santa Cruz, Sergio Acevedo, como las directivos de Repsol durante este tiempo se negaron a discutir mediante el diálogo efectivo los reclamos de los huelguistas.
La FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) consideró en su momento que la forma de represión utilizada había sido realmente violenta, arbitraria y preocupante.
El 7 de febrero a la media noche, la policía de la provincia de Santa Cruz detuvo a Mario Navarro vocero de la huelga y dirigente sindical del Sindicato Obreros Petroleros Privados, acusándolo de entorpecer el tránsito, a lo que gran parte de la población (más de mil quinientas personas) reaccionó indignada rodeando la dependencia policial en la que se encontraba detenido el dirigente Navarro. De acuerdo a las versiones de los trabajadores y la población, la policía comenzó a disparar contra la multitud provocándose un enfrentamiento entre la fuerza pública y los civiles que dejó como resultado la muerte del agente Jorge Sayago y del cacique tehuelche Alejandro Paisman quien apareció muerto al borde de una carretera. Igualmente la policía despejó por la fuerza a los huelguistas utilizando un contingente militar de la Gendarmería.
A esto sumamos que el 4 de noviembre en horas de la madrugada, Pablo Solana del Frente Darío Santillán fue represaliado por policías de la Comisaría 4º enviándolo al hospital por las heridas recibidas, por el acampe que realizaron en la 9 de julio exigiendo ser reconocidos por las políticas que se dicen implementadas por el actual gobierno nacional sobre erradicación de la pobreza.
Son apenas muestras de la represión, en el caso de las fuerzas de seguridad, con la ausencia total de pronunciamientos vertidos por la actual C.G.T. conducida por el camionero Hugo Moyano, que no duda en utilizar la fuerza para otros fines que responden a la política del actual gobierno nacional.
Las patotas de la UTA y las fotos son claras, representan el reflejo de zonas que podemos afirmar se liberan, donde las fuerzas de seguridad, casualmente, en estos casos no juegan ningún papel, o mejor dicho no reprimen a quienes llegan a los subsuelos de los subterráneos empuñando formas violentas y luego son arteros en sus golpizas y destrozos a un comedor comunitario en Moreno, atendido por una mujer: Noemí Segovia y descargando las fuerzas policiales balas de goma en la pierna de un niño de tan solo 7 años.
El poder judicial cajonea causas como las de Jaime u otros funcionarios y condena sin miramientos al ladrón de gallinas, descarga su poder con furia contra adolescentes arrojados a la marginación y que terminan siendo carne de cañón de cualquier delito.
Cortes de calles, rutas y avenidas son diarias, sin embargo, el corte internacional que llevan adelante en Gualeguaychu es consentido, mientras que el corte de los trabajadores es violentamente reprimido, sin miramientos, donde actúan patotas y fuerzas represivas, según convenga.
El corte a las distribuidoras es otra forma de obstaculizar el desarrollo laboral, pero este se permite sin nada más que decir, es que aquí están la guardia pesada de Moyano y compañía.
Esta podemos afirmar se parece cada vez más al país de los 10.000.000 de personas, como quería la última dictadura militar, quienes se encuentren en estos números mágicos serán los ¨bendecidos¨ todo el resto conformará parte de un gran escuadrón de marginados que podrá ser el compuesto ideal para conservar la ¨seguridad¨ de poderosos y esbirros.
Los factores de poder y sus lacayos no van a descansar hasta vernos trabajar de la cuna a la tumba, van a tratar de impedir que seamos hombres libres y dignos, y si resistimos, nos enviaran sus pretorianos.
La lucha continúa, nosotros y ustedes seguiremos militando en la terquedad de la esperanza.
Un abrazo fraterno, compañeros enrielados.
(7 de noviembre del 2009 )
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