Un vecino enojado "por ruidos molestos” amenazó con armas a jóvenes en un show musical
Desquicidado. Garrote y pistola en mano, el vecino
amenazó con matar a "dos o tres" de los presentes.
Ocurrió en Temperley el sábado a la madrugada mientras el grupo Gambeta y Después hacía una presentación en la Casa Carlos Fuentealba. En la sala también habían niños y el hombre agitaba un revolver y un garrote.
Un hombre irrumpió este sábado por la noche armado y a los gritos en la Casa de los Trabajadores y Trabajadoras Carlos Fuentealba y amenazó con matar a las personas, entre ellas criaturas, que en ese momento empezaban a disfrutar de la música del grupo Gambeta y Después, debido a que, protestó, “no podía dormir por el ruido.”
Mientras agitaba un revolver calibre 32 con una mano y sostenía un garrote con la otra, el vecino furioso increpaba a los presentes con frases como “¡Estoy loco, estoy loco! ¡Estoy podrido de que esta manga de hijos de puta no me dejen dormir! Voy a matar a dos o tres a ver si se termina.”
“¿Qué mierda van a ser trabajadores ustedes? Si fueran trabajadores no harían estas pelotudeces y dejarían dormir a la gente”, vociferaba a las dos de la mañana este señor de 63 años que vive sobre 14 de julio 137, justo frente al centro cultural, y que, según algunos testigos, habría advertido ser personal retirado de las fuerzas de seguridad.
En el mismo espacio cultural funciona también el Teatro de las Nobles Bestias, y tal como relataron las responsables del lugar, ya hubo otros episodios en los que este mismo hombre cruzó la calle de manera violenta para quejarse por supuestos ruidos molestos o porque los fines de semana los jóvenes suelen quedarse en la puerta del lugar charlando o riéndose.
Una mujer que también vivía en esa cuadra se cruzó para justificar el delirio de este particular vecino, y la discusión continuó desarrollándose en la calle hasta que llegó la policía y trasladaron al hombre y a algunos testigos hasta la Comisaría 3ª de Temperley, donde les tomaron declaraciones y secuestraron el arma, que según fuentes policiales habría sido gatillada.
La de anoche era la octava vez que Gambeta y Después, una banda de la zona sur del Gran Buenos Aires que nació hace seis años, tocaba en la casa Fuentealba. Las ideas de este show eran dos: apoyar a un grupo de mujeres que recaudan fondos para viajar en dos semanas al XXVI Encuentro Nacional de Mujeres en Bariloche y presentar su primer compacto, “Buscándonos”, que mezcla ritmos rioplatenses, candombe, folklore, reggae, cumbia y letras con muchísimo contenido político y social.
Sus presentaciones en casi todas las ocasiones fueron solidarias, de ellas participan jóvenes en su mayoría, pero también adultos y niños. En cada lugar donde los chicos despliegan su arte musical –ya sea en comedores populares, plazas, centros culturales o pubs-, los shows empiezan y terminan sin quejas, de manera pacífica y llena de calidez.
Gambeta estaba tocando el quinto tema cuando el vecino apareció en la sala totalmente fuera de sí y dejó flotando en el aire una mezcla de susto, bronca y asombro. La fiesta no pudo ser, toda la mística terminó ahí mismo y esta mañana el hombre quedó libre… y después muchos se dan el tupé de asegurar que “esta juventud está perdida.”
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